Resumen de Ángeles y Demonios

Resumen del argumento de Ángeles y Demonios

Ángeles y Demonios, de Dan Brown es el primer libro de la saga protagonizada por el experto en simbología Robert Langdon, transcurre en Roma, la ciudad eterna y el Vaticano.

La novela empieza, como las dos siguientes (El código da Vinci y El símbolo perdido), con la persona que va a ser dañada o asesinada. En este caso es Leonardo Vetra, un físico amante de la religión que trabaja en el CERN (Conseil Européen pour la Recherche Nucléaire) en Suiza, junto con su hija adoptiva Vittoria Vetra.

Vetra es encontrado muerto, con un ojo fuera de su cuenca y un peculiar ambigrama de los Illuminati grabado a fuego en el pecho, en su despacho por el frío Maximilian Kohler, el director del centro, que lo avisó a Langdon por ser el autor de un libro sobre los Illuminati. Langdon le habla a Kohler sobre esta organización extinguida, que, sedienta de sangre, planea una venganza contra el Vaticano; o al menos esta es la historia.

Kohler llama de immediato a Vittoria, que rápidamente coge un avión hacia el CERN. Una vez allí les explica que alguien ha matado a su padre para robar un gran contenido de antimateria, creada para darle una explicación al origen del Big Bang, que podría hecer explotar una ciudad entera en 24 horas si no cambian la batería del contenedor.

Kohler recibe una llamada alertándole de que el contenedor con la antimateria se encuentra en la ciudad del Vaticano. El director sufre un ataque y es llevado al hospital, pero antes indica a l profesor y la científica que deben ir a Roma a cambiarle la batería al contenedor. Un avión de altísima velocidad les lleva al Vaticano en horas.

Al llegar, la guardia Suiza les recibe y les explica que alguien les envía un video en directo de una cámara del Vaticano que ha sido robada, que muestra el contenedor de la antimateria, con su cuenta atrás, que acabará a medianoche, precisamente el día en que se llevaría a cabo el Cónclave para elegir un nuevo Papa.  Vittoria le explica a Olivetti, el comandante de la Guardia Suiza, la tecnología de la antimateria y le indica que, si no lo encuentran antes de seis horas, ésta explotará, arrasando el Vaticano y los sesenta y cinco cardenales que hay en la Capilla Sixtina para efectuar el Cónclave. Olivetti, que no los cree, los encierra en su despacho, y Langdon, para evitar perder más tiempo, llama al camarlengo Carlo Ventresca, que es la máxima autoridad habiendo fallecido el Papa. Él les escucha y manda a los guardias peinar todo el vaticano, pese a saber que, dado su tamaño, no lo encontrarán. Olivetti les enseña un vídeo, grabado por el mismo que robó la antimateria, que muestra que cuatro cardenales han sido secuestrados, y que serán sacrificados públicamente cada hora (hasta medianoche, cuando explotará la antimateria) en los altare della scienza, que Langdon indica como cuatro iglesias pertenecientes a artistas Illuminati, comunicadas por un “sendero” que lleva a la Iglesia de la Iluminación, donde probablemente está el asesino de Vetra. Mientras la Guardia Suiza busca, Langdon y Vittoria bajan a los Archivos Vaticanos, buscando un manuscrito que Langdon, deseoso de publicar un segundo libro, pero no teniendo la información suficiente.

Allí, encuentran en un manuscrito un poema, referente a Rafel Sanzio, que habla de una iglesia con su tumba. Dando por supuesto que se trata del Panteón, Langdon, Vittoria, Olivetti y su equipo van hacia Piazza della Rotonda (donde se ubica el edificio). Al entrar y observarlo un rato, se dan cuenta de que se han equivocado. La iglesia correcta era Santa María del Popolo, dentro de la cual, en la Capilla Chigi, el cardenal alemán Ebner ha sido enterrado hasta la cintura y rellanado con tierra por dentro. Tiene el ambigrama “Tierra” gravada en el pecho.

Mientras, alguien (presuntamente el asesino) ha dado un soplo a un reporteros de que uno de los cardenales ha sido asesinado, y él y su cámara consiguen llegar a Santa María del Popolo justo antes de que se lleven el cadáver del cardenal, entrando en el terrible juego del asesino de que se conozcan los crímenes contra la iglesia, venganza por las muertes de los antiguos Illuminatti.

Vittoria y Langdon siguen las pistas del poema, que dice que un artista, con sus obras, indica el camino a seguir para llegar hasta la Iglesia de la Iluminación. Langdon descubre que dicho artista no es otro que el famosísimo Bernini, que  trabajó para el vaticano, supuestamente con el objetivo de esconder estatuas que indicaran el camino a seguir para encontrar el camino a la Iglesia de la Iluminación y convertirte así en un Illuminati.

Así, siguiendo las pistas que encuentran en Éxtasis de Santa Teresa, se dirigen hacia la piazza di San Pietro, diseñada por Bernini, y que está atestada de gente. Apenas quedan unos minutos para que el siguiente cardenal sea asesinado. Y así es, l cardenal parisino Lamasse, es encontrado con el pecho agujereado en medio de la plaza.

Sin saber qué pista seguir, Langdon, Vittoria, Olivetti y el Camarlengo se reúnen para exponer sus ideas. Langdon decide bajar otra vez a los Archivos Vaticanos para encontrar una obra de Bernini que haga referencia al fuego. Mientras, los medios ya han filtrado la noticia de los cardenales asesinados, además de salir el reportero al que el asesino había llamado, comunicando al mundo de que los Illuminatti eran los responsables de la muerte del Papa, diciendo que había sido envenenado con heparina, un medicamento contra la tromboflebitis que padecía, cosa que, aunque no están permitidas la autopsias papales, el camarlengo y Vittoria se dirigen a confirmar.

Mientras tanto, cuando Langdon encuentra en lugar donde podría encontrar al próximo cardenal, Santa María della Vittoria, se apagan las luces del Archivo, y la puerta electrónica y hermética que cierra el cubículo donde está Langdon, así como el dispensador de oxígeno, se cierran, dejando al profesor con oxígeno suficiente para tan solo unos minutos.

Vittoria y el camarlengo, entretanto, han confirmado el envenenamiento del Papa.

Por fin, después de muchos esfuerzos, Langdon consigue tumbar una estantería y hacerla chocar contra las paredes de vidrio de la habitación, y sangrando y tambaleante, se dirige a donde están Vittoria y Olivetti.

Argumento de los capítulos finales