Obras de Cristina Fernández Cubas

 Obras de Cristina Fernández Cubas

 

Cristina Fernández Cubas ha escrito fundamentalmente obras narrativas, novelas y, en especial, cuentos, aunque también ha hecho alguna incursión en otros géneros como el teatro.

Obra completa:

  • Mi hermana Elba. Barcelona: Tusquets, 1980. Cuentos.
  • El vendedor de sombras. Barcelona: Argos Vergara, 1982. Cuento.
  • Omar, amor. Cuento. En el volumen colectivo: Doce relatos de mujeres. Navajo, Ymelda (ed.) . Madrid: Alianza, 1982, pp. 17-20. Cuentos.
  • Los altillos de Brumal. Barcelona: Tusquets, 1983. Cuentos.
  • El año de Gracia. Barcelona: Tusquets, 1985. Novela.
  • El ángulo del horror. Barcelona: Tusquets, 1990. Cuentos.
  • Con Agatha en Estambul. Barcelona: Tusquets, 1994. Cuentos.
  • Calamito. Madrid: Santillana, 1994. Guía.
  • El columpio. Barcelona: Tusquets, 1995. Novela.
  • Drácula de Bram Stoker, un centenario : vampiros -, 1997. Ensayo.
  • Hermanas de sangre. Barcelona: Tusquets, 1998. Teatro.
  • Cosas que ya no existen. Barcelona: Lumen S.A., 2001. Biografía.
  • Todos los cuentos. Barcelona: Tusquets, 2008.  Volumen que recopila toos sus cuentosa. Ganador del IV Premio Cálamo «Libro del año» 2008.
  • La puerta entreabierta . Novela. (publicada con el seudónimo de Fernanda Kubbsa, 2013)
  • De mayor quiero ser bruja. Barcelona: Malpaso, 2014. Libro infantil ilustrado (44 páginas) en colaboración con la ilustradora Luisa Vera.

Los cuentos de Cristina Fernández Cubas: lo que no son.

Los cuentos de Cristina Fernández Cubas y su interpretación.

 

Los cuentos de Cristina Fernández Cubas seleccionados para las PAU o Selectividad son los 8 relatos que se publican en el volumen Mi hermana Elba y Los altillos de Brumal.

La bibliografía existente sobre Cristina Fernández Cubas es relativamente escasa. Ello tal vez explica el desenfoque de algunos análisis o interpretaciones sobre estos cuentos y sus características. Además, internet, en ocasiones multiplica esos errores de manera que puede confundir a los alumnos. Por tanto, hay que advertir a los alumnos sobre estas reiteradas interpretaciones no del todo acertadas.

Lo que no es la literatura de Fernández Cubas:

  • No es una literatura de crítica social.
    Ni realista, por supuesto. Cierto que vemos a personajes solitarios y enajenados en un mundo hostil, pero estos cuentos no reivindican un cambio social ni critican a un estamento social u otro.
    Se habla del malestar general del hombre contemporáneo; no se retrata de modo realista una sociedad o una situación histórica, ni se analizan conflictos sociales, sino emocionales y filosóficos.
  • No es una literatura feminista.
    Cierto que en la obra de Fernández Cubas hay muchos protagonistas y personajes femeninos, pero los temas de los que se ocupa la autora son universales. Habla de lo que nos causa desazón en este mundo contemporáneo a todos en general, no a una parte de la humanidad en concreto.
    No hay ninguna reivindicación especial de tipo feminista en ninguna parte.
  • El psicoanálisis o la psiquiatría no tienen nada que ver con el sentido de su obra.
    Cierto que los trasnstornos mentales afectan a muchos de sus personajes y que la autora se documenta sobre las patologías de algunos de  ellos, pero no son necesarios Freud, Jung ni Lacan para comprender el sentido de ni uno solo de sus relatos.
    No son cuentos psicológicos sino filosóficos. No se habla en ellos de personalidades  ni enfermedades mentales, sino de conciencias desorientadas y de vidas sin sentido.
  • La mayoría de estos cuentos NO tiene un final abierto.
    Cristina Fernández Cubas, en general, construye sus cuentos como alegorías y en una alegoría cada elemento tiene su sentido exacto, Por tanto, la autora gobierna firmemente cada relato y lo conduce exactamente adonde ella quiere.
    Desde el punto de vista del significado último, ningún cuento es abierto, sino que tiene una interpretación muy concreta que suele deducirse de desenredar o traducir las alegorías que lo componen.
    Desde el punto de vista argumental, solo unos pocos pueden considerarse abiertos (La noche de Jazabel, por ejemplo), pero ninguno es susceptible de tener varias interpretaciones.
    El sentido de cada cuento es siempre uno y nada confuso o ambiguo.
    Leamos estas palabras de la prppia Fernández Cubas respondiendo a una pregunta que le hacen sobre  La ventana del jardín:”con tal de que se le añadan los elementos sugeridos [en el cuento] los finales abiertos pueden dejar de ser abiertos” (1)
  • Lo fantástico o neofantástico no es el elemento central de su obra.
    Desde mi intuición absolutamente personal (que puede estar no equivocada, sino equivocadísima), a raíz de la recepción por parte de crítica y lectores de sus primeras publicaciones, la autora se sintió reforzada en su interés por lo fantástico y a partir de ahí se ha sentido motivada para ahondar en su vinculación con lo fantástico que no es, en modo alguno, el motor central de su escritura.
    Se ha cultivado la creencia de que le concede más relevancia de la que realmente le da, en su conciencia, a lo esotérico como alternativa a la razón y de que le concede más relevancia a lo fantástico y a la literatura fantástica de la que realmente se aprecia analizando a fondo sus cuentos.
    Usa lo fantástico como repertorio argumental, como telón de fondo narrativo sobre el que proyecta sus auténticas obsesiones: la fragilidad e inconsistencia del yo y del mundo.

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(1) K:O: Beilin, Conversaciones Literarias Con Novelistas Contemporáneos pg.135 , Ed. Tamesis, 2004

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MI HERMANA ELBA Y LOS ALTILLOS DE BRUMAL
RESUMEN Y ANÁLISIS DE LOS CUENTOS

Mi hermana Elba:
Resumen de Lúnula y Violeta | Análisis de Lúnula y Violeta | Resumen de La ventana del jardín | Análisis de La ventana del jardín |  Resumen de Mi hermana Elba  | Análisis de Mi hermana Elba | Resumen de El provocador de imágenes  |  Análisis de El provocador de imágenes  |  

Los altillos de Brumal:
Resumen de El reloj de Bagdad | Análisis de El reloj de Bagdad | Resumen de Los altillos de Brumal | Análisis de Los altillos de Brumal |  Resumen de En el hemisferio sur  | Análisis de En el hemisferio sur | Resumen de La noche de Jezabel  |  Análisis de La noche de Jezabel  |

Mi hermana Elba y los altillos del Brumal

Mi hermana Elba y Los altillos del Brumal

Mi hermana Elba y Los altillos de Brumal es una recopilación de ocho cuentos escritos por Cristina Fernández de Cubas.

La lista de cuentos es la siguiente:

  1. Lúnula y Violeta
  2. La ventana del jardín
  3. Mi hermana Elba
  4. El provocador de imágenes
  5. El reloj de Bagdad
  6. En el hemisferio sur
  7. Los altillos de Brumal
  8.  La noche de Jezabel 

Los cuentos de esta recopilación fueron publicados previamente en dos libros de cuentos diferentes. Los cuatro primeros relatos pertenecen al libro de cuentos Mi hermana Elba ( 1980.) y los cuatro últimos a Los altillos de Brumal (1983.)

Ficha del libro
Título: Mi hermana Elba y Los altillos de Brumal
Autor: Cristina Fernández Cubas
Género: Narrativa, Cuentos
Editorial: Tusquets Editores
Tapa dura: No

Primera edición: 1988

Idiomas: Español
ISBN: 978-84-8383-440-4
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MI HERMANA ELBA Y LOS ALTILLOS DE BRUMAL
RESUMEN Y ANÁLISIS DE LOS CUENTOS

Mi hermana Elba:
Resumen de Lúnula y Violeta | Análisis de Lúnula y Violeta | Resumen de La ventana del jardín | Análisis de La ventana del jardín |  Resumen de Mi hermana Elba  | Análisis de Mi hermana Elba | Resumen de El provocador de imágenes  |  Análisis de El provocador de imágenes  |  

Los altillos de Brumal:
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Los temas de Cristina Fernández Cubas

Los temas de Cristina Fernández Cubas

 Significado de su  obra: el pánico de la razón.

En cuanto el lector se adentra en un cuento de Cristina Fernández Cubas, a la razón empiezan a temblarle las piernas. El tema esencial es el sentido inapresable del mundo y del hombre. Su obra parece hablar del pánico de la razón. Los personajes o las situaciones de su relatos ponen en apuros a la razón que muestra continuamente sus limitaciones: tanto para el conocimiento último del mundo como para conciliarse con el lado emocional de la vida..

Por las grietas de la razón aparecen la inquietud, la fantasía, la imaginación o la locura, pero no como alternativas salvadoras a la razón, sino apenas como resortes que ponen en evidencia la insuficiencia de la razón  y, en todo caso, como  consuelo o como alternativas que a veces nos permiten vivir en ámbitos donde la angustia vital se atempera (la infancia, por ejemplo).
COmo les ocurre a muchos personajes de los cuentos, el punto de vista, en muchos relatos,  siembra el pánico también en la mente del lector que se deja apoderar por la incertidumbre o intenta agarrarse a explicaciones esotéricas, transracionales. Es una analogía de la situación desvalida del hombre ante el mundo y la vida..

Si el mundo carece de sentido, la lógica debería conducir a pensar que todo lo que hay dentro de ese mundo también carece de él. Ese paso lo hace explícito Cristina Fernández Cubas, por ejemplo, cuando presenta en tantos relatos a personajes con sus facultades mentales alteradas, con su racionalidad menoscabada. Es una alegoría de la limitación humana, de la ineficacia de nuestro conocimiento. El mundo carece de racionalidad y nuestra propia racionalidad es insatisfactoria, inútil.

El mundo carece de sentido y nosotros carecemos, además, de  la capacidad de interpretarlo satisfactoriamente. El componente fantástico de los relatos de Fernández Cubas, arranca casi siempre de ahí: de un personaje con su racionalidad menoscabada, de un transtorno de la razón.  No de ningún misterioso ultramundo terorífico, para entendernos.

Somos incapaces de darle un sentido al mundo o al hombre. Ese parece ser el tema central de sus obras, el estado de ánimo que las recubre todas. Un escéptico radical como Borges diría simplemente que todo carece de sentido. Cristina Fernández Cubas pone el acento en nuestra impotencia, en la fragilidad de nuestra existencia ante esa incertidumbre.

Sin embargo, nuestra limitación, nuestra incapacidad de conocer deja, paradójicamente una brecha abierta, porque hay una pequeña posibilidad de que todo tenga un sentido, una racionalidad, que nosotros, precisamente por nuestra imperfección, no somos capaces de captar. O; al menos, debemos admitir que  ni siquiera estamos seguros de que eso no sea posible.
En una entrevista, Fernández Cubas sintetiza este aspecto dee ste modo:

  ·…cuanto más racional sea una persona, mayor espacio dejará
     a lo desconocido, lo que no podemos explicarnos” (1)

La inquietud, el miedo, la pérdida del control racional de sus vidas enfrenta a sus personajes a experiencias que viven casi como sueños, por su vaporosa irrealidad. En ellas, la razón habitual es derrotada por algún transtorno y el personaje deja de percibir el mundo de modo convencional. La inquietud o el miedo pueden ser señales de que hay alguna posibidlidad de que exista otra realidad, de que la realidad sea diferente de como llegamos a suponer con nuestra razón..

Esta brecha de la razón que provoca la irrupción de lo fantástico tiene, pues, casi siempre su origen en ese transtorno psicológico. Pero se convierte así, no en una esperanza franca de que haya otra razón más completa (un sentido, una explicación del mundo y de nuestra existencia), pero sí en una vía en la que el alma puede explorar virtualmente, sospechar, intuir, imaginar o simplemente soñar, otra manera de fluir de la realidad.
Al final, esa otra dimensión en la que nuestra (insuficiente) razón se quiebra es tan fantasmagórica e incapaz como nuestra  dimensión habitual.  Lo fantástico, lo otro  (el giro argumental delirante que da forma a casi todos los cuentos de Fernández Cubas) no viene a salvar a estos personajes; más bien lo fantástico viene a corroborar su condena, a incrementar su desgracia.

Así se concilian el interés sincero de Cristina Fernández Cubas por la temática fantástica y el uso irónico (distanciado) y casi estrictamente compositivo que hace de esa temática en su obra.

La soledad. La incomunicación.

También estamos incapacitados para conocer a los otros; seres, por otro lado, tan incompletos como nosotros, con lo que la comunicación (y los sentimientos) auténtica es imposible y estamos condenados a vivir encerrados en nuestra soledad.
La soledad tiene que ver con la incomunicación, con la incapacidad del arte, con las limitaciones del lenguaje y de la razón… Todo está atravesado por el mismo pecado original “invertido “de la imposibilidad del conocimiento.

 

Lo fantástico y Cristina Fernández Cubas

A mi modo de ver, lo fantástico tiene un uso irónica por parte de la escritora barcelonesa. El punto de vista narrativo, que juega ante todo con la ocultación y el desvelamiento paulatino o estratégico, convierten un sereno relato realista en una historia con sombras de locura, pesadilla o fantasía.
Este uso del punto de vista provoca en el lector el pánico de la razón. Normalmente, lo que se nos cuenta del personaje extraño  tiene su origen en una alteración psicológica . Pero los relatos juegan a provocar en la mente del lector la sospecha de lo fantástico o de lo terrorífico o de un No-se-qué Otro fuera del alcance de la razón convencional. Es el lector, en gran medida, el que puebla estos relatos de fantasía.
Los relatos suelen transcurrir galanamente servidos en un lenguaje sereno y equilibrado, meticulosamente realista y es el lector el culpable de abandonar la razón, a las primeras de cambio,  y  salir corriendo en busca de las explicaciones esotéricas, seducido por las trampas del punto de vista.

Sí, el lector forma parte de la estructura de estos cuentos casi siempre.  Es un convidado forzoso, obligado a participar en la construcción y el sentido del relato.
Tal vez podría decirse que prestar atención de este modo al lector al construir un relato es algo de raíz cortaziana, pero este lector obligado a ser activo es una creación muy personal de Cristina Fernádez Cubas.
Para ello, se sirve de las técnicas d la narrativa fantástica, reforzando y manejando a su gusto la técnica que podríamos llamar  de ocultación/desvelamiento que caracteriza también a muchas obras de los diversos tipos de literatura fantástica.

La relación de la autora con lo fantástico, parece, por tanto, muy personal y su obra no se deja encasillar dentro del género fantástico sin más.

Lo fantástico, en definitiva,  no es en ella la expresión de una visión del mudo romántica que presente alguna clase de alternativa a la razón.

Es un repertorio temático, una materia argumental apropiada para la literatura que quiere abordar, pero no es la sustancia de su literatura.

 

La literatura

 

La infancia

 

Los transtornos mentales
Motivo temático

 

La temática feminista en Cristina Fernández Cubas

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(1) 2 Entrevista de Paula Corroto, ·La realidad está llena de agujeros negros·, Público.es, 4 de febrero de 2011, URL: http://www.publico.es/culturas/359671/la-realidad-esta-llena-de-agujeros-negros.

 

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